A merced de un dios salvaje. Paseos por la Sonsierra.
Desde aquí ya ves tu destino, la bella Ermita de Santa María de la Piscina. Pero antes visita la aldea de Peciña; pasea por la calle de la iglesia, visita el lavadero para después tomarte unos momentos de descanso en la plazoleta, disfrutando de las vistas del valle.
Continúa por el camino a la izquierda.
<<Me levanté y fui a asomarme a la ventana, los campos recién vendimiados el olor intenso, las cumbres de la Sonsierra reteniendo nubes huérfanas. Y los estorninos. Cientos de ellos en formación sobre un cable. De pronto, batieron sus alas y comenzaron a dibujar figuras en el aire. No vi calaveras tal vez un corazón. Todos conectados en una red mágica que se elevó hacia las primeras estrellas.
(A merced de un dios salvaje. Andrés Pascual) >>